El Futuro de los Núcleos Urbanos: Ciudades Inteligentes
"El enfoque de una Ciudad Inteligente es desarrollar una Ciudad Sostenible. Lo que diferencia una Ciudad Inteligente de conceptos anteriores como “Eco-ciudades” es el énfasis de invertir en capital social y humano, la apertura y colaboración."
La lucha contra el cambio climático supone un gran reto en el ámbito urbano. Según la ONU, las grandes ciudades generan el 75% de las emisiones de gases contaminantes y consumen entre el 60-80% de toda la energía del planeta. A través de los años hemos ido evolucionando a un ritmo sobresaliente con innovaciones sostenibles que han ido mejorando nuestra calidad de vida.
La Sostenibilidad es un concepto que surgió en la década de los 80 por un análisis de la situación del mundo y hace un vínculo entre el medio ambiente, la sociedad y el futuro. Las ciudades hoy en día son estudiadas mediante el desarrollo de nuevas teorías que se van añadiendo para obtener visiones organizadas y sostenibles, definiendo así “ciudad como ecosistema.”
Las nuevas Tecnologías de Información y Comunicación (TIC) han transformado las ciudades al servicio de la eficiencia y la sostenibilidad generando así un nuevo concepto de ciudad llamado “Ciudad Inteligente”.
¿Qué distingue una ciudad “Inteligente”? Las Ciudades Inteligentes son aquellas zonas urbanas que impulsan lo sostenible, lo verde, lo inteligente y lo habitable. Por ende, una ciudad con exceso de automóviles, alto consumo de agua, energía y residuos no es considerada una ciudad eficiente.
Una ciudad está compuesta de muchas redes que contienen datos valiosos como lo son los ciudadanos, negocios, infraestructura, transporte, energía y espacios. Estas redes están conectadas y apoyándose entre ellas mismas para beneficiarnos a nosotros y al medio ambiente mediante espacios urbanos más habitables.
Existen seis atributos que sirven para evaluar la eficiencia de una ciudad inteligente, estos son: Economía, Gobernanza, Entorno, Movilidad, Sociedad y Bienestar.
La Economía Inteligente (Smart Economy) tiene como objetivo incrementar la productividad y eficiencia de la ciudad mediante innovaciones, servicios y una interconexión global de los bienes. Esto quiere decir, que una ciudad económicamente inteligente se caracteriza por impulsar la innovación, sostenibilidad económica, eficiencia y nuevos modelos de negocio.
La Gobernanza Inteligente (Smart Governance) es aquella que, mediante las TIC facilita al ciudadano el acceso a la información y los procesos realizados por el gobierno, dotando de transparencia a todas las concesiones y proyectos aprobados. También cabe aclarar que una ciudad debe ofrecer al ciudadano la protección de información para la seguridad del mismo. El Gobierno Electrónico se define como la digitalización del sector público, el cual permite identificar sinergias, optimizar recursos y mejorar los servicios para el ciudadano. Algunas de las tecnologías que ayudan a obtener un gobierno más eficiente son Open Data, Big Data, Internet of Things (IoT).
El Entorno Inteligente (Smart Environment) enfoca a la ciudad a lograr una optimización del uso de los medios naturales y las estructuras físicas de energía, agua y urbanismo. Esta optimización está basada en un desarrollo de las estructuras dirigidas a satisfacer las necesidades de los ciudadanos y del medio ambiente a mediano y largo plazo. Las infraestructuras eficientes son elementos necesarios que monitorean y gestionan los recursos (agua, energía y residuos) para mantener los niveles de calidad medioambientales.
La Movilidad Inteligente (Smart Mobility) se basa en la gestión de los sistemas de transporte de la ciudad para lograr una movilidad eficiente de las personas y del acceso a los servicios. El acceso a tener opciones de transportes ahorra tiempo, reduce costes y disminuye emisiones contaminantes. Algunos ejemplos son la gestión de tráfico, uso de herramientas de geolocalización para evitar retrasos y la creación de modelos de predicción para la gestión automática según la demanda. La Movilidad Inteligente también promueve el uso de transporte sostenible mediante campañas de concienciación y mediante la dotación a los ciudadanos de información útil y precisa que les permitan aprovechar el máximo tiempo posible.
La Sociedad Inteligente (Smart People) busca potenciar las interacciones de la ciudadanía y de las organizaciones para mejorar su educación, su inclusión social y la colaboración entre ellos. La gestión eficiente de la sociedad genera interacciones entre personas, familias, organizaciones y empresas con el objetivo de potenciar el capital humano de la ciudad.
El Bienestar Inteligente (Smart Living) tiene como finalidad la comodidad y seguridad de sus habitantes. Una ciudad inteligente se caracteriza por ser una ciudad deseable para vivir y trabajar, mientras fomenta iniciativas para el bienestar de los ciudadanos en todos sus aspectos sociales y ambientales. En el ámbito ambiental las ciudades ayudan a mejorar las condiciones de vida a través de equipamiento urbano, seguridad física, protección frente a emergencias de vivienda, patrimonio histórico, entre otros. En el ámbito social satisface a los individuos y familias, a través de una buena cultura, educación y salud. El compromiso de este atributo es construir una ciudad para la gente.
En los últimos años, hemos visto un incremento en la población urbana debido al desplazamiento de los habitantes de zonas rurales. Esto ha aumentado la necesidad de desarrollar modelos sostenibles de crecimiento para favorecer la proliferación de ciudades que se definan como inteligentes. El enfoque de una Ciudad Inteligente es desarrollar una Ciudad Sostenible. Lo que diferencia una Ciudad Inteligente de conceptos anteriores como “Eco-ciudades” es el énfasis de invertir en capital social y humano, la apertura y colaboración. Por lo tanto, lo "inteligente" en una ciudad no sólo consiste en adoptar e integrar nuevas soluciones de TIC de alta tecnología, sino también, en crear una plataforma y un sistema para el intercambio de conocimiento entre lo público y lo privado. El uso de datos abiertos para cambiar y gestionar el comportamiento es un componente fundamental de la Ciudad Inteligente y su verdadero valor. Esto requiere un cambio de las estructuras de gobierno descendentes tradicionales a la formulación de políticas que adopten un enfoque horizontal ascendente para apoyar y fomentar la colaboración, el trabajo en red entre los diversos actores de la sociedad.
Autora:
Arq. Julissa Mitchell Stanziola García