Los libros que inspiraron a Frank Lloyd Wright
El 9 de abril de 1959 muere en Arizona uno de los principales maestros de la arquitectura del siglo XX: Frank Lloyd Wright, quien con obras tan notables como la Casa Robie, la Casa de la Cascada, el Edificio Johnson Wax y el emblemático Museo Solomon R. Guggenheim, influyó no solo en el campo de la arquitectura, sino en toda una generación; trascendiendo culturas y fronteras.
Su vida y carrera han sido muy estudiadas, cuenta con muchos libros impresos y obras que son objeto de culto. ¿Qué inspiró a este hombre a crear?, ¿qué alimentó su imaginación y expandió sus fronteras? Recordemos que el nace en 1867, época en la cual la principal fuente de conocimientos eran los libros.
Anna Lloyd-Jones era una maestra de escuela y William C. Wright músico y predicador, por lo que Frank Lloyd Wright creció en un hogar rodeado de libros y música.
En 1932, en un artículo de la revista Scholastic Magazine y posteriormente en Frank Lloyd Wright collected Writings, Vol. III, indica: “Supongo que los libros que uno ha escogido o ha podido leer son importantes”.
Este señala que de niño le fascinó “Las mil y una noches” con Aladino y su maravillosa lámpara, al igual que “The man without country”, “Don Quijote”, “Los viajes de Gulliver” y “Robinson Crusoe”. Menciona las obras de Shakespeare, Carlylle, Goethe y Víctor Hugo, todos autores de lecturas imaginativas sobre viajes maravillosos a tierras lejanas; libros que han logrado trascender en el tiempo, contando con innumerables adaptaciones para el cine, teatro y la televisión.
En el recorrido de su juventud disfruto de la poesía y novelas de George Meredith, además de la obra de Samuel Butler, William Blake, Rabelais, Shelley y Whitman. Esta variedad de estilos y movimientos literarios le amplió su visión de la naturaleza humana. Adicionalmente, la lectura de Thoreau y Emerson, cuyas ideas de la naturaleza, simplicidad, el potencial del alma y la imaginación, tuvieron que influir en su manera de vivir y el significado de su existencia.
Frank Lloyd Wright se sumerge en los grandes influenciadores rusos, como el mismo indica. Se entusiasmó con autores como Tolstoy y Gogol con sus obras cumbres de realismo; con Gorky y Dostoievski, cuyas obras exploran la afectación de la política en la psicología humana.
La Biblia impresa por Cobden-Sanderson la encontró “refrescante e inspiradora”, lo cual denota su gran apreciación y la sensibilidad del maestro, al ser una ejemplar admirable tanto por su estética, tipografía y su composición. Interesantemente indica que tiene un gusto católico y encuentra admiración en libros que no tocan su propio trabajo, pero cuando llega a ellos los encuentra muy pretenciosos o faltantes.
Señala su predilección por los contemporáneos Carl Sandburg, Edna St. Vicent Millay, Ring Lardner, Westbrook Pegler, Alexander Woollcott y las observaciones de editoriales del The New Yorker.
Su más grande afición no es la literatura, sino las música, donde denota su gusto por clásicos como Bach, Handel, Beethoven y compositores de los siglos XIX y XX como Stravinsky, Scriabin, Debussy, así como el Jazz y el “negro spirituals”. Al igual que en los libros, se nota la variedad en sus gustos musicales.
Un arquitecto nunca deja de estudiar, nunca deja de leer, nunca deja de investigar. Es obligatorio que su mente cuente con variedad, lea la versión de quien pierde la guerra como la de quien la gana, nutrirse con filosofía, pero también con imaginación y nuevas ideas, pero sin olvidar aquellas que sentaron las bases.
Tomemos de ejemplo los libros que pasaron por las manos de Frank Lloyd Wright, diversos estilos, épocas, filosofías y tendencias políticas, que le permiten analizar imaginar y planificar increíbles proyectos, conceptos universales y una tendencia arquitectónica que trasciende idiomas, fronteras y culturas.
Según el escritor Carlos Fong, el primer día del libro se realizó el 16 de junio de 1926, actualmente en Panamá se celebra la semana del libro el 28 de agosto, mediante El decreto No. 237 de 27 de mayo 1957, en donde se establece la semana del libro en nuestro país.
La iniciativa busca el impulso de la lectura en nuestro país y nosotros como profesionales debemos impulsar a nuestros colegas y estudiantes a leer, no solo temas a fines a nuestra profesión, sino tomar el ejemplo de Frank Lloyd Wright y contar con variedad de títulos, líneas de pensamientos y temas.
El arquitecto es un profesional integral que combina aspectos tangibles como la piedra y el acero con aspectos filosóficos y de sensibilidad humana. Mediante nuestras obras logramos cambiar vidas, sociedades, culturas y hasta avances tecnológicos. Por ello es importante que tengamos todas las herramientas disponibles y la más importante de ellas es sin duda, El libro.
Arq. Vanessa Kosmas
Fuente de Información:
Frank Lloyd Wright: Books that have meant the most to most to me (Nov 16, 2017). Extracto